Vivimos tiempos complejos. La confusión cultural se ha vuelto norma, la verdad parece maleable, y muchos creyentes sienten que el suelo bajo sus pies tiembla. El secularismo ya no es una amenaza lejana, sino el aire que respiramos. Las antiguas certezas se cuestionan, lo sagrado se banaliza, lo eterno se cambia por lo urgente.
En este contexto, desde el sur del mundo, surge este blog como una respuesta humilde pero firme: una voz desde el anglicanismo hispanohablante, reformado, evangélico y bíblico, dirigida a creyentes que desean pensar, vivir y testimoniar su fe con claridad, convicción y fidelidad.
¿Qué puedes esperar aquí?
Aquí encontrarás:
- Reflexiones teológicas y litúrgicas desde el corazón del anglicanismo clásico.
- Lecturas culturales de los acontecimientos actuales en Chile y el mundo, a la luz de la fe cristiana.
- Textos pastorales que acompañen en medio de la confusión.
- Análisis doctrinales que fortalezcan el pensamiento y el testimonio evangélico.
- Recursos devocionales, oraciones y artículos catequéticos.
- Sermones dominicales, fruto de mi ministerio pastoral, compartidos con la esperanza de edificar también a quienes están más allá de la congregación local en la que actualmente sirvo.
No escribo desde una torre de marfil ni desde el resentimiento religioso. Este blog busca ser un espacio de claridad y consuelo, donde la Iglesia de Cristo hable con voz fiel y compasiva a una sociedad que muchas veces desorienta.
¿Por qué desde el anglicanismo?
Porque el anglicanismo, cuando se mantiene fiel a la Palabra y al Evangelio, ofrece una síntesis única de liturgia, doctrina y misión. No es un refugio nostálgico, sino una herencia viva, capaz de iluminar con gracia y verdad los dilemas contemporáneos. En un tiempo donde muchos buscan espiritualidad sin verdad o verdad sin belleza, el anglicanismo ofrece una fe enraizada, bella y razonable, centrada en Cristo, alimentada por la Escritura y vivida en comunión con el pueblo de Dios.
Una invitación pastoral
Este blog no es un púlpito unilateral, sino un espacio de comunión reflexiva. No hay aquí expertos ni iluminados, sino un hermano en la fe que desea caminar contigo. Te invito a leer, orar con lo leído, compartirlo y responder si así lo deseas. Que este espacio contribuya a honrar al Señor con la mente, el corazón y la palabra.
Una oración para este tiempo
Señor,
alumbra a los que están en tinieblas,
guía a los extraviados,
afirma a los vacilantes
y anima a los cansados.
Haz resplandecer tu verdad en tu Iglesia,
para que todos te glorifiquen.
Amén.
Una vez más, bienvenido. Que este espacio sirva para afirmar la fe, cultivar la esperanza y promover el amor en Cristo.
Soli Deo Gloria.